El trabajo que constituye la
Actividad de un Contador Público puede dividirse en cinco partes principales,
todas las cuales tiene aplicación corrientemente a las Empresas, Negocios
Pequeños ó diversas actividades:
Auditoría. Este trabajo consiste
en la comprobación y verificación de la contabilidad para establecer la
exactitud de su contenido antes de prepararse el Estado de Situación Financiera
y los demás estados financieros.
Contabilidad General. Están
comprendidos los trabajos que tienen un carácter informativo para la empresa,
en todo lo que se refiera a las cuentas y a la situación financiera que
reflejen las mismas. En el caso de que se trate de la reorganización, fusión ó
liquidación de empresas, los servicios del contador público son muy
convenientes.
Contabilidad de Costo y
Eficiencia del Trabajo. Consiste en la reorganización del sistema de
contabilidad de un negocio de fabricación en virtud del cual pueden obtenerse
estadísticas exactas de fabricación y prepararse los informes de costo.
Investigaciones. Los Contadores
Públicos son contratados por las empresas bancarias o financieras para examinar
las cuentas de una compañía con motivo de la emisión de obligaciones y otros
valores o en el caso de la compra o venta de una empresa comercial.
Informes sobre impuestos. La
preparación de los informes sobre impuestos Federales y Estatales, según los
datos obtenidos de los registros financieros de un negocio, constituye una de
las especialidades de los contadores públicos, sumamente importante a causa de
la complejidad del sistema actual de tributación.
Además de las especialidades
antes citadas, los servicios de los Contadores Públicos tienen otras varias
aplicaciones es decir pueden intervenir en diversas actividades del campo
comercial de acuerdo con la complejidad y extensión de los negocios.
Los Contadores que organizan su
negocio en forma de sociedades anónimas son relativamente pocos, pues la
actividad de una empresa profesional requiere un personal plenamente responsable,
y es conveniente para las empresas hacer figurar en su título los nombres de
personas de reconocida solvencia en su profesión.
Generalmente, las Sociedades
Civiles es la forma de asociación en una empresa que vende servicios
profesionales.
La organización de oficina de una
empresa de contadores depende, naturalmente, del volumen de sus actividades, de
la clase de trabajo en que está especializada y del campo que abarque sus
servicios. Casi todas las empresas profesionales comienzan teniendo un carácter
local y extienden sus actividades a medida que aumenta la reputación de la
empresa. Así las empresas de contadores de mayor relieve tiene sucursales de
sus oficinas en las principales ciudades del país. La forma más corriente de
organización consiste en confiar a socios de la empresa la dirección de las
diferentes ramas en que naturalmente se dividen los trabajos. El desarrollo de
cada especialidad del negocio depende casi totalmente del carácter y de la
capacidad de la persona que está al frente de la misma, y la magnitud de una
empresa profesional depende de la labor conjunta de las personas que han
intervenido de una manera responsable en la constitución de la empresa. De aquí
que prevalezca la costumbre, en las empresas de contadores de admitir en la
sociedad civil a miembros de su personal.
Como regla general los socios se
dividen en dos clases Principales y Auxiliares. Los socios principales tienen a
su cargo las actividades de mayor importancia, y los auxiliares se ocupan en
las gestiones de menor responsabilidad.
Desde el punto de vista de la
distribución de beneficios, se hace a menudo otra distinción entre los socios.
El método de distribución de los beneficios es un medio de incluir al empleado
de confianza y competente entre aquellos socios auxiliares que no tienen otro
interés en el negocio que una determinada parte de los beneficios, a la que
tienen derecho después de pagado al capital o a las acciones el interés que
tienen asignado. El plan de distribución es, en líneas generales el siguiente:
El valor inmaterial del negocio se divide en 100 acciones que se distribuyen
entre los socios principales, generalmente tomando como base su capital
invertido. Los socios principales tienen derecho al activo de la sociedad y quedan
obligados por el pasivo en la misma proporción. Además de las acciones de
fundador, se emiten otras acciones sin este carácter. De estas últimas acciones
se asignan primeramente 15 a cada uno de los socios principales y después se
distribuyen entre los socios auxiliares tantas acciones como determine el
Consejo de Administración integrado por los socios principales o algunos de
ellos y que en ningún caso excederán de 15 las que se asignen a cada socio
auxiliar o empleado. Una vez distribuido entre los socios principales el
interés sobre sus inversiones, la participación de cada socio principal y
auxiliar será aquella parte de los beneficios a distribuir representada por una
fracción cuyo numerador será el número de acciones de toda clase, poseídas por
el socio, y el denominador será el total de acciones en poder de todos los
socios. Ningún socio tiene derecho a reclamar en el caso de que su interés se
haya disminuido por haberse aumentado el número de acciones de fundador en
circulación.
Los Socios Auxiliares llegan a
ser socios principales mediante la compra de las acciones de fundador que se
tengan destinadas para este fin o que queden disponibles por la muerte o el
cese de un miembro del Consejo de Administración, compuesto generalmente de
socios principales. Las ventajas de este método son su flexibilidad y la forma
en que están protegidos los intereses de los socios más antiguos atendiendo
también a la recompensa de los méritos mediante la distribución de acciones no
fundacionales.